lunes, octubre 04, 2010

Repetitivo y preocupante

 Nacional de visitante: saldo en rojo...¹


En un encuentro con embrollos de lectura y poca contundencia, Atlético Nacional cayó 2-0 frente a América en la noche del sábado.  Los jugadores rojos, en un destacable compromiso solidario, aprovecharon muy bien las debilidades verdolagas en su sector defensivo y concretaron en momentos importantes, lo que impidió que el conjunto de José Fernando Santa se acomodara en el partido.

Nacional volvió a evidenciar errores de visitante y a cobrar muy caro las fallas defensivas.  No se puede marcar tan mal en una pelota parada y dejar con tantas libertades a los adversarios.  Pasó con el cabezazo de John Lozano, pero también había pasado ocho días antes frente a Santa Fe con el gol de Seijas.  El caso es que el problema no comienza ahí, en los tiros libres, sino en los errores defensivos que conducen a que se cometan esas faltas peligrosas, innecesarias, cuando pueden ser evitadas.

Fue, de nuevo, un partido en el que se notó la fragilidad del verdolaga por los laterales: Iglesias y Piedrahita volvieron a ofrecer facilidades angustiosas en sus zonas para el desencadenamiento de jugadas rivales y, luego del primer gol americano (18'), tampoco hubo mayor colaboración del "doble·cinco" de Jairo Palomino y Jaime Córdoba, ya que el conjunto verdolaga tomó riesgos e imprudencias para intentar conseguir el empate.  Incluso, Córdoba -en un pobre partido- llegó a ser uno de los elementos que determinó esas faltas peligrosas para los escarlatas.

El juego era intenso y de desplazamientos incómodos para Nacional cuando tenía la pelota, por la presión que ejercían los jugadores rojos y que obligaba a echar fortuna en los pelotazos, sin ideas claras de qué es lo que se quería hacer; así, por supuesto, eran intrascendentes Marcos Mondaini y Ezequiel Maggiolo.  En esta situación, sí que hizo falta la experiencia de alguien como el "Viejo" Patiño, para establecer una construcción de juego y controlar los ritmos del partido.

Ahora, en los momentos en que Nacional supo tener algo de orden empezó a sufrir la zaga americana, porque el verdolaga es un equipo peligroso al tener técnica y velocidad en su fase ofensiva; por eso, se explica cómo pudo Nacional llegar al empate, en las jugadas claras que tuvo Maggiolo antes de que se terminara el primer tiempo: primero, en un "semipelotazo" desde la mitad de la cancha -cuando el verdolaga ya arreciaba sobre el área de Nelson Ramos- que se desvía en el trayecto por otro de los elementos verdes, y que propició la calle del gol para Maggiolo, quien en su "globo" no pudo definir (35'); y después, el 9 tuvo otra gran oportunidad luego de la magnífica jugada de Mondaini por izquierda, pero el ex Estudiantes no supo concretar (39').

Las dos oportunidades de Maggiolo estuvieron en medio de instantes en que Nacional parecía llegar al empate, pero el equipo de Álvaro Aponte pegó en el momento justo: en los segundos de descuento de la primera etapa, tiro de esquina mediante, todo el bloque verdolaga estaba concentrado en el área de Ramos, el cobro sin embargo fue directo a la cabeza de Bélmer Aguilar, quien despejó a una autopista libre para Gabriel Fernández, y allí, el 10 argentino emprendió una marcha que terminaría en el pase a Wilson Morelo y la concreción del segundo gol americano (45' +2').  Contragolpe perfecto.  Revelado e idiosincrasia escarlata de los últimos tiempos.

¿Cómo puede ofrecer tantas ventajas defensivas un equipo cuando cobra un tiro de esquina?  ¿Se puede explicar cómo Fernández le gana en carrera a un muchacho como Córdoba?  ¿Tendrá que ver algo la exigencia que ha tenido el verdolaga con nueve partidos en los últimos treinta días?...

No se iba a acabar el partido sino el primer tiempo, entonces ¿por qué abalanzarse sin frenos a un risco al cual ya se le conocen sus peligros?  Ni el mismo Faustino Asprilla, quien estaba en una de las cabinas de preferencia, lo podía argumentar.  Quizás, en este primer tiempo, Nacional terminó atacando más, mucho más que el conjunto de Aponte, pero América atacó mejor; su ponzoña fue más venenosa.

Los goles habían llegado en la primera parte, pero fue en el segundo tiempo donde Nacional empezó a desnudar sus propias limitaciones y debilidades -al tratar de buscar el descuento-.  Mientras que América, con un primer rostro más práctico y luego un poco más punzante debido a las necesidades verdolagas, estableció diferencias en conceptos cuando incursionó hacia terrenos adversarios: la idea estaba tan bien configurada que hubo momentos en los que los escarlatas distribuían la pelota bajo la mirada lejana y desesperada de los elementos verdes, y donde pudo aumentar las distancias, sobre todo con la posibilidad de Avilés Hurtado que provocó la complicidad de Gastón Pezzuti con el travesaño del arco norte del 12 de octubre -previo horror en el ala de Jair Iglesias- (67').

Si bien los "Diablos rojos" pudieron alargar la diferencia, Nacional pudo acortar la misma con un par de jugadas desde el sector derecho, con Víctor Ibarbo como protagonista; sin embargo, en una de esas maniobras, el 8 verdolaga terminó como actor de reparto ante la atajada de Ramos, lamentable desperdicio que segundos antes describió una feroz cabalgata de más de cincuenta metros (68').  Inmediatamente, otra jugada por derecha desembocó en los pies de Maggiolo y luego en las manos de Ramos, en plena área chica, pero que no pudo descifrar el atacante argentino (69') -quien minutos más tarde recibió la tarjeta roja y culminó una de sus noches más aciagas desde que llegó a Colombia-.  Dos ganchos que hubieran determinado el golpe perfecto en el intento de recortar la pizarra, pero se quedó en eso.

En la previa, Nacional conocía sus propias cualidades técnicas -quizás superiores a las de sus pares americanos- y era evidente que se podía haber hecho muy fuerte al hacer un buen uso de ellas, pero ya en el desarrollo del partido, primó y predominó el concepto colectivo de un conjunto más aplicado y menos desequilibrado por sus propios afanes.

América, sin embargo, no ganó sólo por eso, más allá del duelo de "quién aprovecha mejor sus propias fortalezas para ganar las bandas", pues prevaleció gracias a su convicción grupal y cooperativa; por eso, no es fácil decir quién fue la figura del lado rojo.  El conjunto americano se apoyó en Fernández, se apoyó en Ramos, se apoyó en Morelo, y hasta se apoyó en Aguilar cuando tuvo que hacerlo, y basados en ese pensamiento le crearon muchos problemas a Nacional.

La escuadra verdolaga, lamentablemente, muestra una vez más su débil conducta como visitante, pero en este caso, el desequilibrio de otras jornadas no se completó: fue la primera vez en esta Liga Postobón que en esa condición no pudo anotar.

La obligación de una victoria tendrá que afirmarse entonces, sin aplazamientos, en el próximo juego ante Cortuluá, en el Atanasio Girardot.  Es la solución más sana para un equipo que está empezando a dejar ver cómo su alfombra se hincha por las inmundicias defensivas que acumula, y una oportunidad para congraciarse con un público confundido y ya disgustado por las oscilaciones inadecuadas.

Que juegue bien y los tres puntos.  Eso es todo lo que quiere el hincha verdolaga en su día, este domingo 10 de octubre.  Será muy difícil si juega como lo hizo el sábado, así que es indispensable que retome la actitud que demostró en el clásico paisa, y a seguir sumando.  ¡¡Dale Nacional!!

Formaciones
América: Ramos; Suárez, Aguilar, Lozano y Del Castillo; Hurtado (Preciado, 84'), Marchant, Banguero y Morelo (Caicedo, 77'); Fernández; Zapata (Batista, 90').
Nacional: Pezzuti; Piedrahita, Mosquera, Santín e Iglesias (Cardona, 62'); Palomino y Córdoba (J.C. Mosquera, 46'); Pabón, Mondaini e Ibarbo; Maggiolo.
Nacional cayó 2-0 con anotaciones americanas de Lozano (17') y Morelo (45' +2').  Fue expulsado Maggiolo a los 74 minutos.


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¹  Imagen de Cápsulas de fútbol, de El Colombiano (http://www.ecbloguer.com/capsulas/wp-content/uploads/2010/10/america.jpg).

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