sábado, agosto 07, 2010

A lavarse la cara

¿Éste es el guiño que necesita Nacional?


Después de la horrible presentación en Cali, que terminó con una derrota 3-1 ante el "Azucarero" de Jorge Cruz, Nacional se prepara para limpiar sus culpas de la jornada inicial enfrentando al Quindío del "Pecoso" Castro.

Lo que esperamos los hinchas verdolagas (con tremendas ansias) es una victoria. No creo que sea pedir mucho a un equipo que cuenta con una de las plantillas formada por los mejores jugadores del país, y no sé si sea temprano pedir un funcionamiento fácil de identificar en el equipo de acuerdo a su juego, pero estoy seguro que más de un hincha verde necesita observar indicios de lo que normalmente se ve en un buen equipo.

Por lo pronto, y parece obvio, lo mejor que le puede pasar a Nacional es empezar ganando los partidos, por cuestiones de confianza y tranquilidad. Es indudable que los tres goles que nos metieron en el nuevo estadio del Cali, más allá del corto espacio de tiempo entre cada uno de ellos, llevó a que el equipo se desvistiera y mostrara, además de defectos, grandes dudas en el funcionamiento defensivo, y que se acompañara de una incomunicación colectiva preocupante.

En este momento las sensibilidades están "algo" agitadas en el núcleo de la comunidad verdolaga, situación que podría ser consecuencia de las irregulares campañas de los últimos dos años y medio (en los que se ha visto un penúltimo puesto y al rival de plaza envuelto en una dinámica ganadora).

La ilusión, entonces, se traslada una vez más a los nuevos nombres que llegan al equipo, quienes se convierten en unos apresurados referentes de esperanzas de una hinchada que precisa de alegrías y tiempos mejores. En este semestre, esta misión ha sido delegada a los refuerzos que, curiosamente, integran la zona defensiva (Jaime Córdoba y los dos centrales: Santín y Jossimar Mosquera). No habían llegado y la gente los imaginaba como los individuos que solucionarían todos los problemas (un miedo creado gracias a la tensionante participación de jugadores como Andrés Orozco y Andrés Mosquera, tan pero tan lejos del nivel del verdadero Andrés).

Con todo esto, los caminos de Nacional se reducen a obligaciones vinculadas con los buenos resultados a corto plazo. La presión se hace cada vez más insostenible. Una victoria ante este Quindío, envalentonado y presuroso por alejarse de las angustias del descenso, sería el calmante ideal en estos momentos de inquietudes (la última vez que nos enfrentamos en el Atanasio, no obstante, perdimos). Una derrota, en cambio... será la flecha que nos indique la vía más corta al cadalso. Sin embargo, navegando en medio de tantas preocupaciones, seguimos confiando en que las cosas van a mejorar.

Nacional formaría con:
Eduardo Blandón; Marlon Piedrahita, Jossimar Mosquera, Damián Santín y Jair Iglesias; Jairo Palomino, Jairo Patiño, Dorlan Pabón y Víctor Ibarbo; Ezequiel Maggiolo y Marcos Mondaini.
Quindío formaría con:
Alejandro Otero; Diego Martínez, Oscar Murillo y Fainer Torijano; Fabio Rodríguez; Alex Mejía, Nilson Cortés, Fabio Castillo y Elkin Murillo; Carlos Rodas y Pablo Salinas.

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