miércoles, junio 01, 2011

Angustias, euforia y alegría

Pezzuti y el "Viejo", héroe y finalizador fundidos en un abrazo emotivo.¹


En un páramo sin comida, sin ideas y con numerosas confusiones, Atlético Nacional ganó 2-1 al Cali en los 90 minutos y, posteriormente, 4-1 en la tanda de penales, para obtener una clasificación impensada.  El segundo tanto del conjunto "verdolaga" llegó al minuto 89 por intermedio de Jairo Palomino, tras aprovechar el sueño de la defensa caleña envuelto en una carambola, momento en que el "local" naufragaba en su misma insipidez.

La semana previa
En el juego de ida de estos cuartos de final, el Cali había superado en el juego y en el marcador (1-0) a un Nacional de pocos recursos futbolísticos -a pesar de poseer una de las nóminas más lujosas de este torneo-.  Por eso, hubo trabajo táctico y correcciones en las prácticas de los últimos días, sumado a diálogos motivacionales, para entrar al partido de vuelta con la mejor de las convicciones, porque era eso o quedar eliminados.

Así, 'Sachi' Escobar difundió por los medios su decisión de contar con Víctor Ibarbo desde el primer minuto, volviendo al esquema original de tres hombres para un mediocampo más ofensivo, ya que de esa manera lo requería el "Verdolaga".  También, habría variantes atrás, en la defensa: sin Stefan Medina y Román Torres a disposición, la presencia de Estefen Barrientos iba a ser un hecho.  Se cambiaba a un par de piezas para tener otra mirada; se ajustaba el chip para cambiar al modo "agresivo".

Por otro lado, la sede se trasladó de forma momentánea a la ciudad de Cúcuta, pues las constantes negativas de otras ciudades y de entes como el Inder Medellín o Coldeportes, así lo obligaron.  No obstante, lejos del Atanasio, Nacional siempre estuvo cerca de su gente: el General Santander terminó albergando a casi 25 000 personas, casi todas de espíritu "verdolaga", que apoyaron de manera festiva e incondicional.

El equipo de Jorge Cruz, por otra parte, arribaba a Cúcuta sin cuatro de sus soldados -tres de ellos titulares en el actual sistema verdiblanco-: Juan David Cabezas, "Manga" Escobar, Héctor Quiñónez y Yerson Candelo.  Aun así, la estructura del Cali no se vino abajo, al contrario, los que entraron por ellos cumplieron bien sus funciones: Cristian Lasso por "Manga", Járol Martínez por Quiñónez y Jefferson Murillo por Candelo.  El "Azucarero", entonces, entraba a la cancha de la "ciudad fronteriza" con la ventaja y con las buenas sensaciones de lo hecho en el juego de ida.

Esbozos de los primeros 45
Nacional empezó con todo, tratando de dejar a su adversario sobre la última zona de su campo, cerca al área de Víctor Centurión.  Con es actitud, obtuvo un córner (1') y entegaba un mensaje claro desde el camerino: el juego de vuelta iba a tener otro panorama, diferente al de Palmaseca.  El "Verdolaga" se aproximó al arco contrario con un par de toques, hallando un par de espacios y enviando -Macnelly Torres mediante- el pase a la derecha para la llegada de Víctor Giraldo y un buen centro, aunque no encontró receptores (3').

El Cali se sacudió a los 5 minutos: tras un tiro libre cobrado por Bréiner Belalcázar, el envío tuvo rebotes varios, entre ellos el guayo de Germán Mera, y por poco se cuela en la cabaña de Gastón Pezzuti, quien se esforzó de forma tremenda para llegar a la pelota y despejarla al tiro de esquina.  En ese córner (6'), el cuadro "azucarero" continuó preocupando a la zaga loca, pues tras el centro, Nacional no despejó bien y el balón le quedó a Luis Felipe Chará, solo en la medialuna, quien se acomodó y mandó el zapatazo que desembocó en una infartante picabarra.  Se salvaba el "Verdolaga"...

Al minuto 10, Macnelly filtró una pelota a Carlos Rentería, pero la jugada se anuló por un estrecho fuera de lugar.  La conexión no estaba en sus mejores condiciones.  Aunque eso quiso discutirlo de inmediato el mismo Rentería, pues ante la poca marca por la izquierda, por poco entra al área verdiblanca para crear mayor peligro.  La jugada derivó en un córner.  Por otro lado, como curiosidad televisiva, Jonathan Álvarez creaba pareja de marca contra John Valencia.  En el minuto 13, Giraldo le comete una falta a Murillo, que pudo haber sido sancionado por el juez Francisco Peñuela con una tarjeta amarilla.

El desarrollo del partido estaba parejo.  Sin embargo, ya es conocido en el ambiente futbolero colombiano que Nacional no requiere de sendas opciones de peligro para llegar al gol, que aplica la ley de la contundencia de manera firme.  Y eso es lo que aconteció al minuto 15: la jugada empezó desde los mismos botines de Pezzuti, quien sacó largo, a la mitad de la cancha; allí, llegó el toque de cabeza de un Rentería pívot, que descolocó el orden de la última línea del Cali y que terminó filtrando la bola a un Dorlan Pabón incisivo, letal, quien ganó las espaldas de los dos centrales caleños y entró solo al área contraria para cruzar su derecha a Centurión.  ¡¡¡Gooolaazooo!!!  Nacional aprovechaba al máximo los resquicios.

Enseguida, el conjunto verdiblanco se aproximó a la zona de candela de su rival: en medio de una defensa dormida, Diego Álvarez enuentra el espacio y por poco factura de zurda, pero Pezzuti voló y despejó el peligro (17').  El portero argentino, paso a paso, se erigía como una de las figuras de la cancha, mientras que los de Cruz tenían una mayor posesión de la pelota en esos momentos.

Sin embargo, al minuto 21, casi llega el segundo gol de Nacional: la jugada empezó con un error caleño en la mitad de la cancha; en esa defectuosa salida, Macnelly recoge la pelota y manda el pase que flotó sobre la pareja de centrales del Cali; allí, la bajó Pabón con gran calidad y saca la derecha invertida, pero Centurión respondió a lo grande.  Sin duda, el 88 de Nacional demostraba que era la pieza de mayor valor de su equipo, y quizás del partido.

En lapsos de dominio "verdolaga", el equipo de 'Sachi' Escobar se arrimó de nuevo al área "azucarera", con finalización de Jairo Palomino sin mucha puntería (26').  De inmediato, el Cali reaccionó sobre su derecha, con la participación de Chará y Murillo, quienes triangularon y descubrieron espacios que por poco termina en tragedia local.  En el minuto 29, pierde Giraldo por una falta, pero el árbitro no cobra, queda mal parada la zaga "verdolaga" y Belalcázar saca el disparo que se va al córner tras pegar en Palomino.

Al minuto 31 se genera una de las jugadas polémicas del partido: la jugada se gestó en los pies de Ibarbo, quien con su potencia y velocidad rompió la línea defensiva adversaria, y permitió también el ingreso de Pabón y Rentería ante un Centurión desguarnecido; la discusión, entonces, surge en el toque de Pabón a Rentería, lo que se interpretó por el asistente Humberto Clavijo como fuera de lugar, aunque el 9 partió en la misma línea del balón, lo que se traduciría como una jugada legal...

En el minuto 34, Belalcázar entra fuerte a Ibarbo, como para amarilla, amonestación que sí se ganó Murillo, por simular una falta, aunque parecía que sí había (37').  Otra amarilla mostró Peñuela en el minuto 40, esta vez a Mera, por impedir un saque rápido de Pezzuti.  Un cartón más mostró el juez central (42'): Lasso se iba por la derecha, solo, pero allí llegó Barrientos para que el elemento caleño siguiera de largo; amonestado el central "verdolaga".  Las últimas del primer tiempo, las siguió protagonizando el conjunto caleño a través de pelotas quietas, que inquietaron a la defensa de Nacional.

Primera etapa pareja, con opciones de lado y lado, con un Nacional que usufructuó al máximo las opciones que tuvo, mientras que el Cali generó zozobra, sobre todo por el costado de Lasso.  Murillo tuvo más problemas por su sector y por eso se fue sustituido por Gabriel Fernández, antes de empezar el complemento.

Nacional no quiso más, pero le picaron caña...
El ingreso del 10 argentino le dio un nuevo aire al onceno caleño, y así se generó la primera oportunidad del visitante (48') en una jugada por derecha donde el Cali queda con dos hombres, solos en el área de Nacional para convertir, pero se confundieron y ninguno se animó a disparar.  Y la arremetida continuó en los minutos siguientes: primero con Fernández (49'), en un zurdazo de media distancia que se estrelló en el palo, y luego con centro de Lasso que no pudo conectar Jonathan Álvarez.  Salvadas...

Por la consistencia de las llegadas del Cali, en Nacional parecían fallar los filtros de marca entre la defensa y los volantes: no está en su mejor momento John Valencia.  El ex América y Once Caldas no ha logrado recuperar el nivel que tenía hasta antes de sufrir la lesión.  Se le ve lento y pesado, y ayer más, porque era superado con relativa facilidad por jugadores tan dinámicos como Chara o Belalcázar.  En términos generales, no se puede desconocer lo hecho por Valencia en todo el semestre con la casaca "verdolaga", pero el juego de ayer describió otra imagen.

Valencia se hizo acreedor de una amarilla en el minuto 50, tras una falta a Lasso.  Su tiempo en cancha estaba contado.  Y como ese filtro estaba dañado, el Cali llegaba más y más al arco de Pezzuti.  En el minuto 51, Lasso pudo encontrar la igualdad a través de su zurda, pero se demoró al acomodar su remate y llegó Danny Aguilar para el cierre oportuno.  El Cali tenía el balón en esos momentos y dejó a Nacional muy retrasado en sus líneas; el peligro estaba latente.

El cuadro local intentó sacudirse al minuto 53: Pabón recibe por la derecha, evita la marca pegajosa de Gonzalo Martínez, hace la diagonal y saca la derecha para fusilar a Centurión, pero éste respondió con altura.  Segundos después, lo que se diagnosticó: salía Valencia y entraba en su lugar Sebastián Pérez (54').  Es cierto que con Valencia hay distribución de pelota y equilibrio, pero el mal momento por el que pasa provocó la modificación, y además, la entrada de Pérez ofrecía mayor movilidad y más marca en ese sector del mediocampo.

No obstante, al minuto 57, tras muchos intentos, el Cali encontró la igualdad con J. Martínez.  La "Ley del ex" se hacía presente, una vez más.  Eso sí, lo que no estuvo presente fue la defensa de Nacional, que describió imágenes penosas en esa jugada, sin poder despejar un balón que no sugería tantos inconvenientes.  No podía Pezzuti salvar todas.

El cuadro "azucarero", sin embargo, afrontó una mala noticia en el minuto 59: uno de sus jugadores más destacados, Lasso, se lesionó en una acción en la que no pudo rematar de manera adecuada -había entrado solo al área, pero su tiro se fue muy desviado-.  El juvenil pidió el cambio de inmediato.  Pero antes de la modificación caleña, Nacional hizo su relevo de piezas (62'): Orlando Berrío por Ibarbo.  Segundos más tarde, Gustavo Cuéllar ingresaría por su compañero lesionado.

Con la entrada del juvenil pelirrojo, el Cali empezó a manejar su posesión de pelota con contragolpes, abriendo la cancha, mientras que Nacional sólo podía llegar a la puerta contraria con intentos aislados por parte de Pabón.  En el minuto 72, el "Verdolaga" trabajó la jugada por abajo, con toques de primera para al área mayor de su oponente; lo hizo, le quedó a Rentería, pero en el último segundo lo incomodan y su disparo se va por fuera.  Pabón tuvo otra, en el minuto 75, de tiro libre, pero su remate fue de try...

Al minuto 77, la defensa de Nacional volvió a ofrecer ventajas: dejó que J. Álvarez, quien recibió de espaldas en el área, se pudiera voltear y rematar de zurda, pero Pezzuti, como toda la noche, estuvo seguro en su intervención.  Brillante lo del golero "verdolaga".  Un minuto después, el que lo intentó fue Fernández, pero el duelo argentino lo volvió a ganar Pezzuti, quien seguía elevando su calificación.  Y segundos más tarde, como para no desntonar, la figura de la noche cierra de manera fabulosa un mano a mano a Fernández, cerca del área chica, tras pase envenenado desde la derecha por parte de Chará -quien recorrió esa banda sin marca alguna-.  Una opción más tuvo J. Álvarez, en el minuto 80, pero su zurdazo se fue por arriba.

El Cali era mucho más que Nacional, y parecía que el segundo tanto verdiblanco estaba por caer.  El "Verdolaga" ofrecía una imagen de dudas, de angustias, sin ideas, sin el balón, desesperado...  No podía ejercer superioridad de juego en ninguna zona del campo, donde el "Azucarero" establecía superioridad numérica.

En el minuto 83, se vio una de las imágenes más claras del partido: salía Macnelly, desaparecido en todo el segundo tiempo, en una plaza que supo conocer sus virtudes, pero que no encontró los espacios y los tiempos para tener un mayor contacto con la pelota.  Por el 10, entraba el "Viejo" Patiño.  Y la fanaticada de Nacional quedaba con numerosas inquietudes para los últimos minutos del partido.  El Cali también haría su cambio (87'): salía J. Álvarez e ingresaba Carlos Valencia.

Todo parecía liquidado.  Nacional tenía cómo ni con qué.  Pero en el fútbol, uno de los lugares comunes a la hora de hablar de una situación como éstas, es decir que se puede llegar al gol a través de una pelota quieta.  Y sí, ésa era la única vía...

El "Verdolaga" encontró su tesoro en el minuto 89: un tiro libre que lucía con riesgos para las huestes verdiblancas y que dejaba todo en los pies del "Viejo" Patiño o los de Pabón, los dos jugadores que se pararon frente a la pelota.  Finalmente, fue el 7.  Pero el remate, cubierto de defectos, se coló por la barrera caleña y dejó la bola mansa a Palomino, quien entró habilitado -y sorprendido, por la soledad de la jugada- para castigar a Centurión.  ¡¡¡Goolaaazooo!!!  Y a celebrar algo que parecía no pertenecernos más.  Nacional hacía carambola en el momento menos pensado, pero más esperado.  La situación describía una jugada de billarista profesional, por la dificultad del paisaje, y la movida terminó con resultado positivo, muy positivo.  La acción se trasladaba entonces a los penales.

La euforia invadió cada gradería del General Santander, que incrustó su pasión en la cámara televisiva, para describir un escenario ilógico, injusto, emocional, inesperado, de oscilaciones bruscas y emotivas.  El fútbol sólo tiene la respuesta a lo que había logrado el conjunto "verdolaga".  Nacional emparejaba con un hecho inusual una situación con diferencias abismales.  Pero claro, al llegar a esto, el precipicio se redujo en cuestiones de mentalidad: Nacional llegaba mejor instalado de cabeza a los penales.  Ventaja mental, si así se lo puede llamar.

La ronda fatídica
La serie infartante llevó sus reflectores al arco sur del escenario cucuteño, de frente a la masa "verdolaga".  El equipo de 'Sachi' Escobar iniciaría el recorrido, con Pabón como estandarte:
>  El 88 no falló: fuerte, abajo, a la mano derecha de Centurión, que no pudo reaccionar.
>  G. Martínez, experto en este tema desde los doce pasos, empezaría la tanda para el Cali, pero su remate fue atajado por Pezzuti, divinidad poderosa de la noche.
>  El siguiente en cobrar para el local fue Rentería, quien disparó a la mano izquierda del portero paraguayo, pero el tiro fue tan pegado al palo que, Centurión, pese a haber adivinado, no pudo contener el disparo.
>  Con el 2-0 a cuestas, D. Álvarez involucró la presión a su remate, que terminó pegando en el travesaño.  La cosa se hacía muy complicada para la escuadra de Jorge Cruz.
>  Al contrario, Aguilar, desprovisto de angustias, cobró con sutileza y la mandó arriba, inalcanzable para Centurión, quien volvía a adivinar, pero sin llegar a la pelota.
>  Cuéllar sería el único en marcar desde el punto blanco para el Cali.  Su tiro se fue a la izquierda, mientras Pezzuti se lanzó hacia el otro lado.
>  Ahora, el turno le correspondía al "Viejo" Patiño.  Algunos habrán recordado aquella ejecución que perdió ante el Itagüí, en la definición por penales de los cuartos de final de la Copa Colombia 2010.  Lavó sus penas...  Se preparó para el disparo, dilató su velocidad, ¡y la 'panenqueó'!...  ¡¡¡Gooolaazooo!!!  ¡Qué grande el "Viejo"!  Cómo se atrevió a cerrar el último capítulo de la noche de esa manera, y ante su ex equipo, para mayor significado.  Euforia total, incontenible... increíble.  La garganta no daba para más.  Grito sagrado y lágrimas se combinaron con esta alegría interminable.  Para el recuerdo sempiterno.

Conclusiones en frío
Ya sin la emoción y con la sangre caliente de anoche, hay que desmenuzar mejor el desarrollo de los sucedido en el partido -y en la serie-.  Nacional fue inferior al Cali en los dos partidos; no pudo establecer su juego ante un cuadro verdiblanco que mostró orden y aplicación táctica en ambos juegos; no logró ver reflejado su buen fútbol en los pies de John Valencia y de Macnelly Torres; pero sí pudo dejar en claro la categoría de su arquero, Gastón Pezzuti, inmenso, vital en la clasificación "verdolaga".

Pezzuti hizo la diferencia en los 180 minutos acumulados.  Atajó excelente en Palmaseca, y en el General Santander se hizo comandante inolvidable, porque guió a su equipo a unas semifinales inesperadas, lejanas e ilógicas cuando sólo restaban un par de minutos para la finalización del partido.  El número 32, por mucho, fue el número de la suerte para un Nacional que pareció merecer mucho menos, pero como muchos saben: el fútbol es capaz de entregar estas cosas inimaginadas.

Esta victoria sufrida mediante los penales hizo recordar aquella gesta de la final de la Copa Libertadores 1989 que Nacional le ganó a Olimpia, también un 31 de mayo, pero esa vez en El Campín, hazaña que vino de la mano, o de las manos, de otro arquero, el sensacional René Higuita.  También se remontó en esa ocasión, aunque fue un 2-0 contracorriente.  Por otro lado, fue un muy buen partido el que hizo el Cali, pero tuvo una noche magra desde otros aspectos.  ¿Metafísica, elementos cósmicos, energías místicas?...  Llámenlo como quieran.

El rival en semifinales
No hay tiempo para la celebración...  Ahora hay que pensar en el Tolima.  Ese cuadro que hace poco le clavó al "Verdolaga" un 5-0 histórico en la cancha del Murillo Toro; ése que es considerado por muchos como el mejor equipo del fútbol colombiano en los últimos años.  Y hay que pensar en este equipo, porque fue el que menos problemas tuvo para pasar su serie: ganó 1-3 el encuentro de ida, en el mismo General Santander, ante un Cúcuta orgulloso pero carente de riquezas futbolísticas; y empató 1-1 sobre la hora en su estadio, para sellar su pase a las semifinales.

El 'Pijao' es, quizás, el equipo que mejor lleva los procesos en los últimos tres años, cosa que ha sabido adaptar para no perjudicar su estilo de juego.  Algunos jugadores se van y otros vienen, pero trata que la base se mantenga sin fisuras, o en otro caso, fortalecerla.  En el desarrollo de la versión 2011, Diego Chará, una de sus piezas claves, partió al fútbol de Estados Unidos.  Redujo un poco su nivel en el mediocampo, pero no sacrificó calidad.  La salida de una pieza de gran valor no fue mayor que el desempeño colectivo.  Lo reemplazó Jhon Hurtado y el equipo todavía no ha visto grietas de gran magnitud.

Y hubo otro elemento que pasó al retiro, por lo menos en este torneo: Wílder Medina.  El delantero y goleador del cuadro tolimense recibió la sanción de tres meses sin jugar por haber consumido una sustancia prohibida.  El castigo antidopaje, por supuesto, parecía castigar de forma terrible al equipo dirigido por Hernán Torres, pero en los últimos partidos demostró todo que no le ha hecho falta -desde su ausencia, el Tolima disputó cinco partidos-: 0-0 ante el Envigado, en el Polideportivo Sur; victoria 2-0 ante Equidad, en Ibagué; triunfo 2-3 en Palmira, ante América; victoria 1-3 en Cúcuta, ante el 'Motilón'; y 1-1 contra el rojinegro en el Murillo Toro.  Brillante lo de Torres ante la ausencia de sus dos piezas fundamentales.

El Tolima, entonces, llega con alguna ventaja en el tema de desgaste físico: terminó su serie contra el Cúcuta el sábado por la noche, con tres días más de descanso y planificación que Nacional, que apenas anoche cerró su clasificación ante el "Azucarero".  Y ante un rival como el 'Pijao', los pequeños detalles no pueden quedar por fuera del análisis.  Habrá que ver cómo se recupera la plantilla de 'Sachi' Escobar, de aquí al domingo a las 3:30 de la tarde, instante en que comenzará el juego de ida de esta semifinal.  Que hay que mejorar mucho para superar al Tolima, es obvio y necesario.

Formaciones
Nacional: Pezzuti; Giraldo, Zapata, Barrientos y Aguilar; Valencia y Palomino; Pabón, M. Torres e Ibarbo; Rentería.
Cali: Centurión; G. Martínez, Calderón, Mera y J. Martínez; Belalcázar y Chará; Murillo, J. Álvarez y Lasso; D. Álvarez.
El "Verdolaga" ganó 2-1 en los 90 minutos y venció 4-1 en los penales al Deportivo Cali.  Anotaron Dorlan Pabón y Jairo Palomino para los locales, mientras que Járol Martínez había empatado momentáneamente para la visita.  En los penales, Pabón, Rentería, Aguilar y el "Viejo" Patiño acertaron para Nacional, en tanto que por los caleños sólo anotó Cuéllar; desperdiciaron G. Martínez y D. Álvarez.


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¹  Imagen de Futbolred (http://www.futbolred.com/contenido/liga-postobon/noticias/cuartosapertura2011/IMAGEN/IMAGEN-9507044-2.jpg).

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